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LA ESCRITORA QUE MASTURBÓ LA MENTE DEL AMO



Antonio está acostumbrado a ser el puto amo en el role, el manda, la sumisa obedece.

¿Qué pasa si se encuentra con una mente prodigiosa?

María es escritora erótica y su imaginación no tiene límite. Es capaz de humedecerte y hacerte olvidar tu rutina sexual.

¿Juegas?, pues atento a las instrucciones, sigue los puntos como te vaya narrando. Y sobre todo, cierra los ojos, agarra el pene o coloca la mano en el clítoris e imagínatelo.

Elige según tu sexo a Maria o Antonio.

Desnudos en un pequeño cuarto de baño.

MARÍA
«Apoya las manos sobre el lavabo y separas las piernas. Voy a ocuparme de tu ano para darte placer. Escupo, te lubrico con la saliva y juego con la lengua haciendo círculos. Tensas los brazos, te gusta, mucho. Te voy hacer sentir los puntos más satisfactorios. Primero, como no hay juguetes, cojo un cepillo de dientes. Meto el mango en mi sexo y lo lubrico de flujo. Te lo meto poco a poco hasta que dices basta. Sientes las presión, el gustillo mezclado con un poco de dolor. Ahora me ocupo de tu polla. Te chupo el tronco, desde los testículos hasta la cabeza del capullo. Con la mano te acaricio el perineo con suavidad.
Los tres puntos, ano, unión y boca. Juego con la ternilla del glande provocándote cosquilleo en el estómago. Estás duro, cachondo y sientes la necesidad de follar. Mi boca baja y sube, masturbándote con la boca, sientes mis labios en tu carne.
Me levanto, apoyo las manos en el lavabo y te enseño el culo en pompa. Ves la rajita, hinchada y perlada de flujo. ¿Sigo?

ANTONIO
Marías, estáis tan mojadas que el olor a coño perfuma el pequeño lavabo. Estás deseando que meta mi rabo entre tus piernas. Mueves el culo travieso, agarro mi polla y te doy unos azotitos en las nalgas. Después, acerco la cabeza del pene a tu rajita rasurada y empapada. Meto, saco, despacio disfrutando del placer. ¿Lo sientes?, sigue acariciándote el clítoris. Las ganas de follarte me invaden y te embisto fuerte, hasta el fondo. Me agarro a la cintura y te empotro. El olor a sexo es embriagador y los gemidos excitantes. Miro en el espejo, tu cara de puta me pone cachondo, eres mía y...

MARÍA
¡Espera!, te olvidas de algo, yo soy la escritora y en mis letras estás atrapado, tu eres mío.
Estás muy agitado sexualmente, tanto que al ver mis mejillas arreboladas y mi cara de perra, tu pene aumenta estimulándote más. No paras de mover las caderas, buscando ese orgasmo que tanto te gusta. Necesitas sacar esa parte primitiva casi animal. No puedes más, así que enredas mi melena en tu brazo y cabalgas con más ímpetu. No es suficiente, por eso me castigas, por hacerte sentir a merced de mis palabras, te domino, así que azotas mis nalgas queriendo dejar tu marca.
Entonces, sientes como mi coño oprime tu polla, me estoy corriendo entre espasmo de placer. Ahora te toca a ti.

ANTONIO
Me envuelves y me ordeñas por completo, siento como tu sexo aprieta aprovechando los resquicios del orgasmo. Te embisto, una, dos, tres y... ahhhh... Me vacío en tu interior, tranquilidad es una fantasía, así que pasamos de condones. Saco mi pene y todavía erecto lo apoyo en tu culo. El semen sale de tu rajita bañando tus muslos. Te gusta, por eso te meto dos dedos, te los llevo a la boca y chupas, después a la mía y viceversa. Te giro, te miro y ...

MARÍA
EHHH!!! Es mi relato, y mi sello, nada de besos. ¿Cómo acaba?, giro al Amo, lo empotro contra la puerta y le saco de un tirón el.cepillo de dientes del culo. Le doy la vuelta y se lo paso por la nariz.

La escritora se folló la mente del Amo, que controversia ¿No?

Y tú, María y Antonio, ¿Te has corrido?

Katy Molina (locuras nocturnas)

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